... ¡Ten misericordia de mí, oh Elohim! Ten misericordia de mí, Porque en Ti ha confiado mi alma, y a la sombra de tus alas me refugio hasta que pase la calamidad. Clamaré a Elohim Elyon, al DIOS que me favorece. Él enviará desde los cielos y me librará de la infamia del que me acosa. Selah ¡Elohim enviará su misericordia y su verdad! ...
Tomado del Salmo 57. versos 1 al 3.
Que bendita oportunidad tuvieron aquellos que antes de la obra redentora por el sacrificio de El Salvador, Jesús nuestro Mesías o El Cristo, tuvieron paz aún en medio de los peores escenarios. El rey David, aquí en medio de la persecusión cuyo premio era acabar con su vida, y con unicamente lo que habia aprendido en su corta vida, simplemente decía y clamaba en el interior de una cueva: Ten misericordia de mí, puesto es en Tí en quien he confiado. David no tenia posibilidades de escapar, iba a ser encontrado tarde o temprano y ejecutado. Pero que fé, que ejemplar firmeza y fidelidad de David para el Dios Elyon, que significa Dios Altísimo, no solo el creador de los cielos y la tierra, sino aquel que ejerce soberania sobre estos.
Que palabras inspiradoras de David, El enviará su misericordia y su verdad, David tenia la confianza que aunque podría perder su vida, simplemente su Dios enviaría su misericordia y su verdad.
Confiar, depender, esperar, y entender lo que El desea de nosotros, es lo más difícil en la vida de un seguidor del Cristo. Pero el estar certeros de aquello que viene de El, esto es el saber por fé, que no importa si son leones, o hombres, o sistemas lo que nos persigue y oprime nuestras almas hasta el punto de escuchar nuestros huesos crujir, es la certeza que El siempre enviará Su Misericordia y Su Verdad para nosotros, cualquiera de los escenarios o caminos que un creyente deba tomar, estos escenarios siempre terminaran (para los que creen en El Mesías) estando bajo sus alas y siendo confortado por El.
Por esto, el apostol Pablo, dice en su epistola a los romanos capitulo 4, versos 7 al 9:
... porque ninguno de nosotros vive para sí mismo, y ninguno muere para sí mismo; pues si vivimos, para el Señor vivimos, y si morimos, para el Señor morimos; por tanto, ya sea que vivamos o que muramos, del Señor somos. Porque para esto Cristo murió y resucitó, para ser Señor tanto de los muertos como de los vivos ...
Cuando reemplazas los terminos Señor y Cristo, por los que se traducen directamente del hebreo al español, el texto toma la fuerza y contexto que Pablo precisamente le decia a estos primeros seguidores del Mesías en roma.
... porque ninguno de nosotros vive para sí mismo, y ninguno muere para sí mismo; pues si vivimos, para YHVH vivimos, y si morimos, para YHVH morimos; por tanto, ya sea que vivamos o que muramos, de YHVH somos. Porque para esto EL MESIAS murió y resucitó, para ser ELYON tanto de los muertos como de los vivos ...
@oracionadiario, JC
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